Por esa canción.

Esa canción que cuando estás mal te saca una sonrisa.
Esa canción que te trae un buen recuerdo.
Esa canción que te hace llorar.
Esa canción que sigue siendo tu favorita.
Esa canción con la que te identificas.
Esa canción que te trae un mal recuerdo.
Esa canción que levanta el ánimo.
Esa canción con la que no puedes evitar bailar. 
Esa canción que te hace soñar.
Esa canción que te da esperanzas.
Esa canción que te recuerda a ese chico.
Esa canción que te dedicaron.
Esa canción que te hace volver a la infancia.
Esa canción que te conmueve.
Esa canción que siempre se te queda en la cabeza.
Esa canción que te cantaba tu madre de pequeña.
Esa canción del verano que tanto cantaste.
Esa canción que te da fuerzas.
Porque las canciones no nos gustan por lo que son, si no por lo que nos hacen sentir.