miércoles, 27 de febrero de 2013

Are you living your dream?

Antes de continuar, frena un momento. Mira a tu alrededor. ¿Te gusta lo que ves? ¿Es lo que tu deseas? ¿O hay algo que no te gusta? Pregúntate si lo que estás haciendo te hará cumplir tus sueños en un futuro, y si no es así ¿qué haces siguiendo ese camino? Cambia de dirección. Corre. Huye. Vuela hacia donde quieres ir. Que no te asuste nadar contracorriente, porque querer es poder, porque no hay nada imposible, porque sólo quedará sitio para los valientes. Porque eres tú, tu vida, tus sueños, tus ilusiones, tus metas y tus premios. Que no te retengan, que no te digan lo que tienes que hacer, que no escuches a quién te dice que no serás capaz. Tú solo lucha, por aquello que quieres, por aquello que sueñas, por aquello que deseas. Por aquello que en un futuro te llene de orgullo pensar "Lo logré" 

domingo, 24 de febrero de 2013

Quiero serlo.

Y aquí estoy yo de nuevo, escribiéndote a ti, a ese sueño inalcanzable, a esa esperanza perdida, a esa piedra en el camino que nunca logro saltar. No logro o no quiero saltar, no se cuál de las dos cosas. Pero el caso es que sigues ahí, como una espina clavada, como una herida aún sin cicatrizar, que a veces duele, otras solo escuece y otras ni se siente. Y sigo pidiéndole explicaciones a la vida que ni el tiempo me las ha sabido dar. ¿Por qué eres así? ¿Por qué te comportas como un bumerán? ¿Cuál sera el día en el que te irás tan lejos que ya nunca volverás? ¿Te irás?... El vello se me eriza solo de pensarlo. No. No quiero pensar que te irás. No quiero que recojas tus recuerdos y me cierres la puerta. Quiero que me abraces fuerte y que me digas al oído ese "no te olvido" que tanto me gusta escuchar. Y quiero que sea así, que me cojas de la mano y escapemos a cualquier lugar, que observemos el atardecer encima de tu moto y que miremos las estrellas por la ventana de la buhardilla. Quiero ver ese coche blanco esperando en mi puerta contigo dentro y esos viernes contigo hasta las tres de la mañana. Quiero ser tu carpe diem. 

sábado, 23 de febrero de 2013

¿Eres una droga?

¿Sabes? Me encanta leer esas conversaciones antiguas y recordar todo lo que me hacías sentir cada día con un simple "hola ¿que tal te ha ido hoy el día?" Con sólo escuchar el móvil sonar se me revolucionaba mi granja de mariposas y se volvían locas al descubrir un "dime cari" un "que tal amor" un "adiós vida mía" o un "buenas noches guapísima" en la pantalla. Y ahora, después de algunos meses, me siento un poco estúpida por aquellas cosas que, en verdad, eran simples tonterías. Es más, palabras, tan sólo son palabras grabadas en una pantalla, ¿qué cosa más tonta verdad? Pues sí, si te paras a pensarlo es lo más idiota en el mundo. Pero allí estabas tú, esperando como un drogadicto su dosis de cocaína. Y al igual que el drogadicto, tu dosis de "cocaína diaria" se va haciendo cada vez mayor y más necesaria. Ya no te vale con un simple "hola" tu quieres un "hola preciosa", ya no te vale con un "buenas noches" tu quieres un "buenas noches princesa" y ya no te vale con encontrártelo por la calle, tú lo quieres una tarde para tí sola. Ya no te basta con esperar a que él se acuerde de tí, sino que pasas el día como loca intentando encontrar una excusa para volver a hablarle, ¿y por qué? Porque le necesitas, porque el drogadicto necesita encontrar su dosis como sea, cueste lo que le cueste. Entonces, si el amor es comparable con una droga, ¿será él una más?