¿Y qué?

¿Qué pasa si sigo preguntando por ti a cada rato? ¿Qué pasa si tengo ganas de verte? ¿Qué pasa si te sigo pensando y mirando tus fotos? Después de tanto tiempo se convirtió en mi rutina ¿sabes? Vale que me haya prometido a mí misma dejar de mirarte y que me entre esa risa tonta, vale que haya roto mi esperanza, pero lo que no puedo hacer es olvidar lo todo en dos días, no puedo. Porque que mis labios no hayan tocado los tuyos, que tus abrazos no tuviesen el mismo sentimiento que los míos y que tus miradas no significasen nada especial no quiere decir que contigo no haya conocido lo que es el amor. Y voy a seguir preguntando por ti a cada rato, voy a seguir pensándote, voy a seguir mirando tus fotos y voy a seguir teniendo esas incontrolables ganas de verte hasta que todo lo que me haces sentir se desvanezca ¿Y qué? No me  lo puedes impedir. Todo esto me pasa por tu culpa, por ser mi chico perfecto.