Días grises.

Hoy es uno de esos días en lo que a todo le ves algo negativo, en los que te gustaría correr y desaparecer por un rato. Uno de esos día en los que te llevas palos de las personas que menos te esperas y te duelen, te duelen tanto que parece que te están desgarrando la piel. Parece que el mundo se echa encima y que no vas a conseguir las fuerzas que necesitas para levantarlo y mucho menos cuando todo el mundo te pregunta que ha pasado y te entran esas horribles ganas de romper a llorar desconsoladamente y escapar del mundo, de la vida, de todo lo que te rodea. Días de esos en los que todas las canciones tristes que escuches te recuerdan un mal momento de tu vida y crecen esas ganas de llorar y esa impotencia de no poder hacer nada para levantar tu ánimo. Días de esos que te parecen eternos y lo único que quieres es que acaben y borrarlos de tu mente. Esos días en los que te cuesta confiar hasta de tu sombra, y sin embargo es lo único que necesitas, sacar todo lo malo que te ronda por la mente y abrazar a alguien, apoyarte para conseguir levantarte.